Puede parecer difícil mantener un sitio web que funcione sin problemas. Hay muchos aspectos que tener en cuenta, desde elegir el mejor proveedor de alojamiento, optimizar el rendimiento y estar preparado para eventos inesperados. No es tan complejo como juntar 1000 piezas de un rompecabezas. Lea aquí?
Hablemos primero del alojamiento. Es importante tener un alojamiento de calidad. Un buen proveedor reducirá la probabilidad de tiempo de inactividad. “Lo barato sale caro” es un dicho que hay que tener en cuenta. Evite comprometer un buen servicio de alojamiento. Si su sitio web representa su negocio, entonces también es su carta de presentación.
El éxito se basa en la optimización. No desea que su sitio se sienta como un carro destartalado subiendo colinas empinadas, ¿verdad? Mantenga una base de datos limpia, limite los complementos y comprima las imágenes. Ah, y recuerde tener un buen sistema de caché.
Los controles regulares son importantes. ¿Quién no tiene vecinos que siempre hacen una venta de garaje o de patio porque nunca suben al ático para comprobarlo? Su sitio sufrirá si no se mantiene. Monitorea tu sitio web con herramientas como UptimeRobot. Lo último que quieres oír es que un cliente diga que tu sitio no funciona.
La velocidad es importante. Los usuarios son muy impacientes, como los niños. Incluso unos pocos segundos más pueden hacer que los usuarios corran hacia la competencia. Google PageSpeed Insights puede ayudarte a ver dónde se necesitan mejoras.
Haz copias. Puedes llevar un paraguas contigo en un día soleado. Cuando llegue la tormenta, agradecerás haber estado preparado. BackupBuddy, o tu servicio de alojamiento, pueden ser un salvavidas.
Considera una CDN. Puedes pensar en ella como si tuvieras una pizzería en cada esquina. Con una red de distribución de contenido, tu sitio se cargará rápidamente desde cualquier lugar. Cloudflare, Akamai y otras son opciones que puedes considerar.